LA ANTIGUA GRECIA: UN MUNDO DIFERENTE


Los guerreros:

La pareja arquetipo del amor pasional en su versión más completa está compuesto por dos varones; pero no por dos cualesquiera, sino por un varón adulto y maduro, el erasta, y por otro adolescente o preadulto, el erómeno, que suele contar entre 15 y 18 años. El amor entre jóvenes hombres ha sido lo mismo que la desnudez atlética, con la que guarda estrecha relación. Era considerada una característica de la civilización, que alejaba a los hombres civilizados de la barbarie. No hay testimonios homéricos de la pederastia (relaciones entre un hombre muy joven y un hombre adulto), pero los autores están de acuerdo en admitirla desde antiguo. Si entre los dorios parece que tuvo mayor importancia y categoría oficial, "ello se debe al hecho de que Creta y Esparta conocieron una osificación arcaizante de sus instituciones: por ese motivo conservaron en plena época clásica muchos rasgos del estilo de vida militar que las había caracterizado en sus orígenes". "La pederastia helénica (griega) se me antoja como un compañerismo entre guerreros. La amistad varonil de tipo totalizador es una constante entre sociedades guerreras, en que el medio varonil tiende a encerrarse en sí mismo. La exclusión material de las mujeres provoca siempre una ofensiva del amor masculino. En el medio militar puede darse la tendencia a descalificar el contacto con lo femenino, exaltando un ideal propiamente masculino basado en la fuerza y el valor y la fidelidad al compañero y al superior" (Dichos de Heródoto).La ciudad griega es un "club de hombres". Los socráticos pensaban que un ejército indestructible sería el formado por parejas de amantes varoniles, lo que sucedía de hecho en el batallón selecto de Górgidas, que el general Pelópidas convirtió en batallón sagrado y al que debió Tebas su fugaz brillo. Estrabón (483 a.C.) evoca bien este espíritu. Nos cuenta cómo en Creta el adolescente noble recibía de su amante una verdadera educación, que se complementaba con la convivencia en el círculo de amistades. Primero era llevado al andreion (un lugar solitario) del incitador. Iban todos al campo, donde vivían dos meses, a modo de luna de miel. A la vuelta, el efebo era solemnemente recibido y recibía de su amante una armadura. Desde entonces era su escudero y entraba en una especie de orden de caballería, la de los Kleinoi, los Ilustres. Era, por lo tanto, un hombre y ocupaba un lugar distinguido en determinadas solemnidades públicas. Era una aristocracia militar que exigía rango y linaje; la trabazón de voluntades se basaba, más que en la belleza, en el valor y en la buena educación.
Ante el silencio de los textos antiguos no es posible averiguar el detalle en lo concerniente al intercambio sexual en estas parejas. Pero sí hay que advertir que el intercambio se producía. Lo que no es posible asegurar es si el rito de iniciación comportaba la penetración anal, como medio de transmitir la fuerza guerrera entre varones. Es una hipótesis de la antropología moderna que nada autoriza a confirmar en esos términos.

La Moral Pederástica:

El amor griego subyace en el fondo del ideal moral y educativo helénico. Es, pues, una idea central, mayor. El deseo del amante de más edad de adquirir prestigio ante el amado se corresponde con otro similar del más joven. Ambos pugnan amorosamente por llegar a la gloria y dan lugar a un código de tipo agonístico: la relación amorosa es el terreno más selecto en donde desarrollar una emulación generosa. Por otra parte, el ideal de la camaradería de las armas origina una ética caballeresca, cimentada en el sentimiento del honor. La tradición antigua resulta unánime al vincular la práctica de la pederastia al valor y al coraje .Hay que subrayar el sesgo inesperado que reforzó este sentimiento al deslizarse desde el plano militar al político. El amor masculino conllevó muchos crímenes pasionales, como era natural en esa tensa atmósfera en que los celos y el orgullo viril llegaban a estar fieramente exacerbados. En particular, la historia del periodo de la tiranía narra muchos asesinatos y revueltas protagonizados o inspirados por amantes celosos. "Son muchos los amantes que disputaron hermosos y honestos muchachos a los tiranos ." Cita el ejemplo clásico de los Tiranicidas de Atenas, de la conspiración urdida en el 514 contra los Pisistrátidas por Aristogitón y su amado Harmodio, que era objeto del asedio de Hiparco, el de Antileón, que mató al tirano de Metaponto y (¿o?) Heraclea, a causa del bello Hiparino; el de Caritón y Melanipo, que conspiraron contra Fálaris de Agrigento y muchos otros. El amor por la libertad política no había bastado para provocar la insurrección, "pero", subraya Plutarco, "cuando estos tiranos concibieron seducir a sus amados, inmediatamente, cual si se hubiera tratado de defender santuarios inviolables, los amantes se alzaron con peligro de su vida." Aunque estos incidentes supusieron en varios casos la liberación política, se convirtieron en hazañas celebradas entre las más altas, propuestas a la admiración y a la imitación de la juventud; en el pensamiento griego un sólido vínculo une la pederastia con el honor nacional y el amor por la independencia y la libertad.
¿Alguien encuentra paralelos entre lo que ha leído aquí y ciertos pasajes de El Libro de Mormón, que se refieren a ciertos héroes del pueblo de Dios que lucharon por su libertad e independencia?

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