Y tal como lo anunciamos, porque lo prometido es deuda, les enviamos un informe resumido de lo que fue nuestra actividad de Año Nuevo, que llamamos Año Nuevo en Familia.
En general, las festividades de fin de año, esto es, Navidad y Año Nuevo son para pasarlas en familia, con la familia de uno. A veces esto no es posible y lo pasamos solos o vamos a lugares públicos, donde es caro e impersonal pasar dichas fiestas.
Es por eso que en Afirmación Gran Valparaíso, hemos entendido que es bueno que quienes no tengamos la oportunidad de pasar estas fiestas con nuestras familias naturales lo hagamos con la que es nuestra gran familia: los demás miembros de Afirmación.
Obviamente, la mayoría prefirió, como es lógico, pasarlo con sus familiares directos, por eso es que no hay tantas personas en las fotografías. Y algunos prefieren no aparecer en público. Todo ello es entendible.
Bueno, una parte de los que decidimos celebrarlo juntos, fuimos a ver los fuegos artificiales en la bahía de Valparaíso, que esta vez contó con doce puntos desde donde se lanzaron los fuegos de artificio, desde el Molo de Abrigo, en Valparaíso, hasta la playa Las Salinas, en Viña del Mar. Fue un espectáculo magnífico, con mucha alegría, mucho color y mucho ruido. Francamente, maravilloso, como lo muestran las fotografías: todo el mar de la bahía se pintó de luces y colores, reflejando las explosiones de colores con que el espectáculo regaló a los sentidos del más de un millón de personas que se dieron cita a lo largo del borde costero que va desde Valparaíso hasta Viña del Mar.
Otros de nosotros decidimos esperar el Año Nuevo en casa de Brus. Escuchamos música, desde el Coro del Tabernáculo Mormón hasta Chavela Vargas, pasando por Elvis Presley y hasta Libertad Lamarque y una soberbia interpretación de la obertura 1812 de Tachaikowsky, esa con coros y cañonazos, y el infaltable Himno de Batalla de la República. Luego de las doce de la noche, los abrazos y los buenos augurios, y un brindis con ginger ale, que es lo más parecido a la champaña, y enseguida la cena, preparada por Daniel, como es tradicional ya.
El grupo que fue a ver los fuegos artificiales, a pesar de los tacos y atochamientos en el tránsito desde Viña del Mar y Valparaíso hacia Quilpué y las otras ciudades del interior, como ocurre todos los años, llegaron a casa a eso de la 01:30. Más abrazos, buenos deseos para el año que se iniciaba, y compartimos un buen rato afuera, en el patio.
Más tarde entramos a la casa, compartimos una muy buena conversación, y luego llegaron Paola y cuatro de sus amigas a saludarnos.
Compartimos maní, papitas fritas, ramitas y una serie de otras cosas, y mucha Coca-Cola y Ginger Ale.
La velada, ricamente acompañada con anécdotas, una conversación muy interesante y música bastante variada, duró hasta las 06:30 de la mañana.
Así es que pueden imaginarse lo que fue aquello. Entre otras cosas, acordamos ir juntos al Puertas Abiertas en la manzana del Templo, en Santiago, que se va a efectuar previo a la rededicación del mismo, y hasta Alejandra convino en que nos acompañará, y Elías, nuestro buen amigo de Santiago, ofreció su departamento para ese día, para que pasemos a almorzar o a tomar las once, o lo que sea. Así es que de allá somos. Y eso será materia de otro informe.
Pero, herman@s y amig@s, queremos compartir con ustedes el gozo de esta actividad juntos. Nosotros entendemos que lo mejor es disfrutar con nuestras familias directas, pero cuando no la hay, o por las razones que sean no queremos o no podemos pasar estas fiestas con ellas, entonces, ¿qué mejor que pasarlo con nuestros herman@s y amig@s de Afirmación? Recorremos el mismo sendero, tenemos casi las mismas metas, tenemos creencias similares o muy parecidas, y, lo que es mejor todavía, nos amamos como lo que somos, hij@s de un mismo Dios, y herman@s por Su gracia y voluntad.
Consideren esta experiencia, y anímense. Sería muy hermoso recibir noticias de actividades similares en feriados especiales, o para las fiestas de fin de año desde otras latitudes.
En general, las festividades de fin de año, esto es, Navidad y Año Nuevo son para pasarlas en familia, con la familia de uno. A veces esto no es posible y lo pasamos solos o vamos a lugares públicos, donde es caro e impersonal pasar dichas fiestas.
Es por eso que en Afirmación Gran Valparaíso, hemos entendido que es bueno que quienes no tengamos la oportunidad de pasar estas fiestas con nuestras familias naturales lo hagamos con la que es nuestra gran familia: los demás miembros de Afirmación.
Obviamente, la mayoría prefirió, como es lógico, pasarlo con sus familiares directos, por eso es que no hay tantas personas en las fotografías. Y algunos prefieren no aparecer en público. Todo ello es entendible.
Bueno, una parte de los que decidimos celebrarlo juntos, fuimos a ver los fuegos artificiales en la bahía de Valparaíso, que esta vez contó con doce puntos desde donde se lanzaron los fuegos de artificio, desde el Molo de Abrigo, en Valparaíso, hasta la playa Las Salinas, en Viña del Mar. Fue un espectáculo magnífico, con mucha alegría, mucho color y mucho ruido. Francamente, maravilloso, como lo muestran las fotografías: todo el mar de la bahía se pintó de luces y colores, reflejando las explosiones de colores con que el espectáculo regaló a los sentidos del más de un millón de personas que se dieron cita a lo largo del borde costero que va desde Valparaíso hasta Viña del Mar.
Otros de nosotros decidimos esperar el Año Nuevo en casa de Brus. Escuchamos música, desde el Coro del Tabernáculo Mormón hasta Chavela Vargas, pasando por Elvis Presley y hasta Libertad Lamarque y una soberbia interpretación de la obertura 1812 de Tachaikowsky, esa con coros y cañonazos, y el infaltable Himno de Batalla de la República. Luego de las doce de la noche, los abrazos y los buenos augurios, y un brindis con ginger ale, que es lo más parecido a la champaña, y enseguida la cena, preparada por Daniel, como es tradicional ya.
El grupo que fue a ver los fuegos artificiales, a pesar de los tacos y atochamientos en el tránsito desde Viña del Mar y Valparaíso hacia Quilpué y las otras ciudades del interior, como ocurre todos los años, llegaron a casa a eso de la 01:30. Más abrazos, buenos deseos para el año que se iniciaba, y compartimos un buen rato afuera, en el patio.
Más tarde entramos a la casa, compartimos una muy buena conversación, y luego llegaron Paola y cuatro de sus amigas a saludarnos.
Compartimos maní, papitas fritas, ramitas y una serie de otras cosas, y mucha Coca-Cola y Ginger Ale.
La velada, ricamente acompañada con anécdotas, una conversación muy interesante y música bastante variada, duró hasta las 06:30 de la mañana.
Así es que pueden imaginarse lo que fue aquello. Entre otras cosas, acordamos ir juntos al Puertas Abiertas en la manzana del Templo, en Santiago, que se va a efectuar previo a la rededicación del mismo, y hasta Alejandra convino en que nos acompañará, y Elías, nuestro buen amigo de Santiago, ofreció su departamento para ese día, para que pasemos a almorzar o a tomar las once, o lo que sea. Así es que de allá somos. Y eso será materia de otro informe.
Pero, herman@s y amig@s, queremos compartir con ustedes el gozo de esta actividad juntos. Nosotros entendemos que lo mejor es disfrutar con nuestras familias directas, pero cuando no la hay, o por las razones que sean no queremos o no podemos pasar estas fiestas con ellas, entonces, ¿qué mejor que pasarlo con nuestros herman@s y amig@s de Afirmación? Recorremos el mismo sendero, tenemos casi las mismas metas, tenemos creencias similares o muy parecidas, y, lo que es mejor todavía, nos amamos como lo que somos, hij@s de un mismo Dios, y herman@s por Su gracia y voluntad.
Consideren esta experiencia, y anímense. Sería muy hermoso recibir noticias de actividades similares en feriados especiales, o para las fiestas de fin de año desde otras latitudes.
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