
En general, las festividades de fin de año, esto es, Navidad y Año Nuevo son para pasarlas en familia, con la familia de uno. A veces esto no es posible y lo pasamos solos o vamos a lugares públicos, donde es caro e impersonal pasar dichas fiestas.
Es por eso que en Afirmación Gran Valparaíso, hemos entendido que es bueno que quienes no tengamos la oportunidad de pasar estas fiestas con nuestras familias naturales lo hagamos con la que es nuestra gran familia: los demás miembros de Afirmación.
Obviamente, la mayoría prefirió, como es lógico, pasarlo con sus familiares directos, por eso es que no hay tantas personas en las fotografías. Y algunos prefieren no aparecer en público. Todo ello es entendible.

Otros de nosotros decidimos esperar el Año Nuevo en casa de Brus. Escuchamos música, desde

El grupo que fue a ver los fuegos artificiales, a pesar de los tacos y atochamientos en el tránsito desde Viña del Mar y Valparaíso hacia Quilpué y las otras ciudades del interior, como ocurre todos los años, llegaron a casa a eso de la 01:30. Más abrazos, buenos deseos para el año que se iniciaba, y compartimos un buen rato afuera, en el patio.

Compartimos maní, papitas fritas, ramitas y una serie de otras cosas, y mucha Coca-Cola y Ginger Ale.
La velada, ricamente acompañada con anécdotas, una conversación muy interesante y música bastante variada, duró hasta las 06:30 de la mañana.
Así es que pueden imaginarse lo que fue aquello. Entre otras cosas, acordamos ir juntos al Puertas Abiertas en la manzana del Templo, en Santiago, que se va a efectuar previo a la rededicación del mismo, y hasta Alejandra convino en que nos acompañará, y Elías, nuestro buen amigo de Santiago, ofreció su departamento para ese día, para que pasemos a almorzar o a tomar las once, o lo que sea. Así es que de allá somos. Y eso será materia de otro informe.

Consideren esta experiencia, y anímense. Sería muy hermoso recibir noticias de actividades similares en feriados especiales, o para las fiestas de fin de año desde otras latitudes.
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