En una edición oficial de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de la Versión del Rey Jaime (King James Version), publicada en 1979, podemos enterarnos de los pequeños pasos que la Iglesia ha dado en la dirección correcta. De acuerdo a la Versión Reina-Valera de 1909, el texto de 1 Reyes 14:24 dice: "Y hubo también sodomitas en la tierra, e hicieron conforme a todas las abominaciones de las gentes que Jehová había echado delante de los hijos de Israel." El entendimiento tradicional de la mayoría, por no decir de todas, las iglesias, es que se trata de homosexuales. Pero, contrario a lo que muchos líderes de la Iglesia SUD dicen y enseñan, las Autoridades Generales dicen que se trata de prostitutos masculinos, devotos del culto idólatra pagano de la fertilidad. Eso, a no dudarlo, es muy diferente a decir que se trata de "homosexuales", como han tratado de convencernos que creamos.
En 1 Reyes 22:47, en un relato acerca del reinado de Josafat, se dice, en la Versión Reina-Valera de 1909: "Barrió también de la tierra el resto de los sodomitas que habían quedado en el tiempo de su padre Asa." Y aquí, de nuevo, una nota al pie de la página acerca de este texto, en la edición mormona de la King James Version, no dice que se refiere a homosexuales, como se insiste todavía en algunos lugares en hacernos creer, sino que dice que se trata de prostitutos cúlticos masculinos, esto es, hombres que se prostituían como parte de su religiosidad y en un contexto absolutamente religioso. Algunos de nosotros hemos pasado mucho tiempo tratando de entender algunas cosas. Pero si ponemos atención, la Iglesia del Señor ha dado pasos positivos hacia poner las cosas en su lugar, y ha hecho declaraciones como las que se señalan en esos ejemplos, pasos pequeños quizá, pero que son un gran avance, y que pueden ayudarnos a todos a entender que la Iglesia dará los pasos que tiene que dar en los momentos apropiados. A veces uno puede creer que la Iglesia nunca hará cambios en el tema de la homosexualidad. La realidad es que sí los está dando. Quizá no con la rapidez y la urgencia con que nos gustaría, pero los está dando. Y eso es lo que debe importarnos.Y si estamos alertas, podremos estar preparados para ese día en que la Iglesia reconozca que en realidad en las Escrituras no hay ninguna condena en contra de la homosexualidad y de los homosexuales. Y que, a pesar de la gravedad que se le atribuye a la homosexualidad, nunca, jamás, el Señor ha dicho nada acerca de este tema. De ser el pecado que muchos asumen que es, cuando menos debería haber una referencia clara en las Escrituras o una declaración inequívoca de nuestros Profetas modernos. En vano buscamos. No existe.
En 1 Reyes 22:47, en un relato acerca del reinado de Josafat, se dice, en la Versión Reina-Valera de 1909: "Barrió también de la tierra el resto de los sodomitas que habían quedado en el tiempo de su padre Asa." Y aquí, de nuevo, una nota al pie de la página acerca de este texto, en la edición mormona de la King James Version, no dice que se refiere a homosexuales, como se insiste todavía en algunos lugares en hacernos creer, sino que dice que se trata de prostitutos cúlticos masculinos, esto es, hombres que se prostituían como parte de su religiosidad y en un contexto absolutamente religioso. Algunos de nosotros hemos pasado mucho tiempo tratando de entender algunas cosas. Pero si ponemos atención, la Iglesia del Señor ha dado pasos positivos hacia poner las cosas en su lugar, y ha hecho declaraciones como las que se señalan en esos ejemplos, pasos pequeños quizá, pero que son un gran avance, y que pueden ayudarnos a todos a entender que la Iglesia dará los pasos que tiene que dar en los momentos apropiados. A veces uno puede creer que la Iglesia nunca hará cambios en el tema de la homosexualidad. La realidad es que sí los está dando. Quizá no con la rapidez y la urgencia con que nos gustaría, pero los está dando. Y eso es lo que debe importarnos.Y si estamos alertas, podremos estar preparados para ese día en que la Iglesia reconozca que en realidad en las Escrituras no hay ninguna condena en contra de la homosexualidad y de los homosexuales. Y que, a pesar de la gravedad que se le atribuye a la homosexualidad, nunca, jamás, el Señor ha dicho nada acerca de este tema. De ser el pecado que muchos asumen que es, cuando menos debería haber una referencia clara en las Escrituras o una declaración inequívoca de nuestros Profetas modernos. En vano buscamos. No existe.
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